
Por estas altas temperaturas que estamos sufriendo los que vivimos en el Centro, Este y Sur de España, quiero presentar esta refrescante entrada, aunque solo sea para pasar un rato virtualmente agradable y si alguno se anima y puede, que vaya a disfrutar de ese bonito y placentero lugar: el Bar de Hielo en Noruega.
Los españoles José Mijares y Gloria Pamplona han llevado a cabo un ambicioso proyecto: La apertura de un bar de hielo cubierto en el pueblo de Honningsvåg, próximo a Cabo Norte.
De esta manera, los visitantes en verano podrán vivir parte de las experiencias que ofrece Finnmark en invierno. Con la ayuda de luz, música, fotos, películas, y, por supuesto, hielo y nieve, en el bar de hielo la magia del invierno revive en verano.
En 2002 José dejó el trabajo de guía turístico y se fue a montar un bar de hielo, junto a Gloria a Cabo Norte, que inauguraron el el 2004. Se llama el Ártico Ice Bar y está abierto de Abril a Septiembre
Para construir el bar buscan el hielo más bonito de los lagos de Laponia, José sale a “cosechar” hielo a los lagos de Laponia, con un equipo de gente. En febrero cortan los bloques de hielo y luego lo ensamblan. El hielo de los lagos este año tenía 65 cm de espesor a principios de marzo.
Cortan el que más les gusta: el que tiene burbujas, fracturas internas, el transparente, el blanco...
Si esperan a que suba la temperatura, la nieve se filtra y aparece hielo blanco, parece mármol.
Cada año cortan unas 50 toneladas y las transportan hasta su pueblo, a menudo desde más de 250 kilómetros de distancia.
Al llegar los camiones cargados con el hielo a Honningsvag, lo meten dentro de la cámara fría de 200 M2 y lo trabajan con un diseño minimalista que permita a la gente tocarlo y sentirlo.
Construyen un igloo tamaño real donde poder entrar 4 personas, hacen una pantalla de nieve y proyectan imágenes del Artico, mesas, lugares para sentarse, todas la paredes, la barra del bar.
Todo en hielo.

Sólo lo iluminan de forma natural, sin colores artificiales, sólo luz blanca. La pureza del hielo.
Desde las mesas hasta las sillas, pasando por las paredes, la barra del bar o su logotipo "recrean la experiencia del Ártico durante los meses de verano".
Con la apertura del Ártico Ice Bar, la idea gustó. El local ganó el premio al Mejor Proyecto Turístico del Norte de Noruega el año de su inauguración. "Lo que ofrecemos no es un bar normal para tomar algo", explica Gloria, "sino una experiencia ártica interactiva, una ventana al invierno del norte. Aquí sólo hay hielo, nieve y pieles de reno".
En el Ártico Ice Bar se puede ver y tocar el hielo en su estado más puro, viendo sus irregularidades internas, burbujas formadas por la nieve, o la transparencia inmaculada de algunos bloques de hielo.

Además, los propietarios de este bar, organizan viajes al Círculo Polar, donde es posible contemplar el sol de medianoche en Laponia, característico por sus veranos en los que el sol nunca se pone.
El calentamiento del planeta con el consecuente deshielo de las zonas polares puede ser un grave problema para la supervivencia del Ártico Ice Bar. Hasta ahora, todo el hielo de su local lo extraen de unos lagos situados en el interior de Laponia donde las temperaturas rondan los -30º en invierno. "Es obvio que si las temperaturas siguen subiendo tendremos problemas porque los lagos no se congelarán como lo hacen ahora", confiesa Gloria.
Esta reseña la han colocado en internet sus creadores:
"ARTICO ICE BAR ha sido el segundo bar de hielo de Europa y el primero donde realmente se puede hacer algo y aprender sobre el hielo. Cada temporada el bar se hace de nuevo y para ello vamos a buscar hielo nuevo para que veáis sus distintas tonalidades, el blanco, el más transparente, el que tiene burbujas finas, el que muestra formaciones de aire que parecen como estrellas en su interior, etc. En definitiva toda una experiencia ártica en la que os enseñamos en verano lo que la naturaleza hace en el invierno. Se puede filmar y fotografiar. La entrada se saca en la recepción de la tienda (al entrar al edificio encontráis la tienda de regalos desde la que se accede al bar). El precio de la entrada es de 15 euros por persona, niños hasta 12 años acompañados por adultos y con un máximo de 3 niños por pareja, gratis. Con la entrada os daremos un poncho térmico y dos bebidas sin alcohol, una de ellas se sirve en chupito de hielo."
