En el campo de Terezin, R. Checa, donde se conservan los pabellones para todo el que quiera visitarlo, ya se vislumbra el horror de ese hacinamiento de los que siendo seres humanos se les consideró, por las SS, menos que moscas. A la entrada del guetto hay un letrero que dice "El trabajo os hará libres"; toda una burla.
Ver uno de esos campos es una experiencia que hace reflexionar mucho. Yo lo visité hace 5 años.
Literas donde dormían
a enfrentarse con sus miedos y a través de la lectura conservar esa fuerza hasta el final.
En el campo de exterminio de Auschwitz, en medio del horror, sobrevivió una diminuta biblioteca secreta en un barracón infantil. La pequeña Dita Polachova, que fue enviada allí con nueve años, era la bibliotecaria, la encargada de proporcionar las obras que le pedían y de devolverlas a su escondite cada noche. Con dieciséis años, aquella joven salió del campo, donde había muerto su padre y al que su madre sobrevivió gravemente enferma para morir solo unos días después.
La excepción de aquel barracón infantil, donde se improvisó una escuela clandestina, y de su biblioteca, no era más que una tapadera preparada por las SS para una anunciada visita de un comité de la Cruz Roja Internacional. Sin embargo, el judío alemán al que encargaron que se ocupara de que los niños no molestaran, Fredy Hirsch, organizó aquel colegio prohibido y enseñó a Dita a ser una valiente. Una heroína en medio de una fábrica de muerte, donde los prisioneros debían enfrentarse al horror nazi y a los peores instintos del ser humano que surgían entre algunos de sus compañeros.
"Si algo pretende este libro es rendir homenaje a Dita, Hirsch y todos aquellos que pusieron en riesgo su vida para que los niños del campo tuvieran una escuela y unos libros que los devolvían a la sensación de una vida normal y les hicieron soportable el infierno de Auschwitz".
Fuente: Público.es
Autor:
Antonio G. Iturbe, Zaragoza, 1967, es licenciado en Ciencias de la Información por la UAB, y ha sido
comentarista de libros en diversas emisoras de radio, además de miembro de la Redacción de la revista Qué
Leer desde 1996, de la que actualmente es subdirector. En 1995 publicó su primera novela, "Rectos torcidos". Recientemente se ha asomado al genero infantil con 'Los casos del Inspector Cito', donde reúne las historias que leía a su hijo antes de ir a dormir.
Recupera ahora, en la novela "La bibliotecaria de Auschwitz", la historia de aquella heroína, que hoy con 82 años vive en Israel.
Terrible esta etapa de horror. Había leído algo sobre Dita, Hirsch. Sabía de esta pequeña biblioteca. Pero desconocía el libro. Estuve en Alemania en unos de estos campos y aún me estremezco al recordarlo.
ResponderEliminarBss y buena semana
Yo estuve con mi hija en Terezin y quedamos impactadas. No pongo más fotos que hicimos porque ya estas dos dan idea de cómo estaban los internados allí.
EliminarEl libro, aunque impactante, no es excesivamente duro.
Besos
¡Qué sarcasmo más grande: "Arbeit Macht Frei"!
ResponderEliminarRecientemente visité el Museo del Gulag en Moscú y ahora tu me reproduce esas imágenes (similares) desde el otro signo. Los totalitarismos con las veredas que conducen a la masacre y la destrucción.
Besos
Es verdad, Paco. Cuando una mente perturbada es capaz de captar adeptos incondicionales, se cometen verdaderas atrocidades.
EliminarBesos
Cuánto horror en esos campos! No conozco el libro y trataré de buscarlo.
ResponderEliminarTerribles lo que muestran las dos fotografías que has puesto. No sé si hubiese tenido valor para visitarlo.
Besos y besos, mi querida, Candi.
Es impresionante recorrer esos pabellones. Rebeca hizo muchas fotos, pero con esas dos ya se vislumbra el horror que unos seres, llamemos humanos, contra otros más humanos que ellos.
EliminarEl libro sí es triste pero se lee muy bien. Desde Terezin llevaron vagones llenos de judíos hasta Auschwitz,y con ellos fue nuestra protagonista.
Besos y besos
Ya había oído hablar del libro y me apetece leerlo, la verdad. Esta mujer no lo tuvo nada fácil después. En una entrevista comentaba que lo más duro que ha vivido en su vida ha sido perder a una hija y su visión de la vida es pesimismta, ve la muerte como una liberación. No es para menos, pobre.
ResponderEliminarBuen puente, Candi, y un montón de besos.
P.D.: Me alegro de que te gustara el libro El Azul...
Verbo: Lo que es milagroso es poder salir de ese infierno y construir una vida normal.
ResponderEliminarEl libro, novelado, se lee muy bien y aún con matices de tristeza se percibe la vida a la que se agarran algunos personajes.
Ese matiz pesimista ya lo muestra el autor y la muerte para la mayoría se percibe como liberación, de manera especial para los adultos.
Besos grandes y buen puente también para tí
Es increíble la capacidad del ser humano para hacer sufrir al prójimo. Este tema es algo que me repele y no se si sería capaz de visitar uno de esos campos. Saludos
ResponderEliminarPues sí es triste y doloroso.
EliminarUna vez visitado uno no quedan ganas de ver más, pero te revuelve por dentro y te hace reflexionar sobre las miserias de unos y la capacidad y aguante de otros.
Besos