martes, 12 de junio de 2012

VOLANDO POR LA CAPADOCIA


 Tocó el despertador a las 4 de la mañana y en 15 minutos ya estábamos esperando al chofer para que nos llevara por los valles de la Capadocia a disfrutar de una experiencia nueva. Según pasan los minutos se perfila la llegada del día y poco a poco la claridad se hace más presente a través del paisaje escarpado.
Tras un desayuno continental en los boxes, se distribuyen los grupos con el guía correspondiente.
Son las 5 de la mañana y los globos se van inflando, son muy grandes, pero en pocos minutos el campo se ve invadido de coloridos flotantes que uno tras otro se ponen en alza. Unos suben con rapidez y otros con más calma, un promedio de 75 ese día.
La mañana se presenta fresca, sin viento; el amanecer está llegando.
Estaban muy separados los escalones de subida, por lo que dos guapos mozos nos subieron a la cesta a las 8 españolas que nos atrevimos a volar. Aparecieron otros turistas vietnamitas y nos acompañaron. Total 24pasajeros en la cesta.
Llegó él, Sancho, nuestro piloto. Una gran sorpresa: español, guapo y de ojos azules como el cielo, simpático, gran profesional y con miles de horas de vuelo.

Así es fácil volar y disfrutar de maravillosas vistas, como el  Valle de Göreme por donde hacía pasar el globo a 1-2 metros por encima de las chimeneas de las hadas, el valle rojo, etc. Con su amabilidad, Sancho, nos explicaba las características del lugar y las vistas que a lo lejos se contemplaban, como la ciudad y fortaleza de Uchisar.
 Fue una hora llena de bellas e impresionantes imágenes, de sensaciones inolvidables, de sentimientos sublimes, me parecía estar flotando por encima de un mundo nuevo y misterioso. Para mí, después de la maravillosa experiencia de la maternidad, ha sido la segunda más impresionante de mi vida.
Es una sorpresa el aterrizaje; nunca se sabe dóde irá a parar el globo de aire caliente, por lo que cuando llega el momento del descenso, ya están los equipos preparados para intervenir; es una sorpresa permanente pero ni una gota de miedo, no necesitamos agacharnos como medida de seguridad, ya que no hizo nada de aire, todo perfecto.
Brindamos con champán nuestra vuelta a la tierra, recogimos nuestras fotos y el diploma acreditativo; todos contentos y disfrutando del momento. Sancho nos acompañó hasta nuestra marcha en el vehículo que nos llevó de vuelta al hotel.














Agradezco de corazón la maravillosa travesía pilotada por Sancho González Green, quien a sus 8 años ya subió él solito a un dirigible;  ha recorrido en globo nuestro país y otros lugares como : Djenner, Nigeria, País Dogon, Senegal, Luxor... Lleva 3 años pilotando en La Capadocia, anteriormente lo hizo en Egipto y en Nigeria. Es hijo de Jesús González Green, reportero-corresponsal de guerra, escritor y que junto con Tomás Feliu Rius fueron los primeros en cruzar el Atlántico en globo de este a oeste, en 1992 a bordo del globo Rozier Am-7 "Ciudad de Huelva".

Durante el verano no podré entrar en vuestros blogs y posiblemente no pueda publicar en el mío.
Nos encontraremos en septiembre. 
Besos y feliz verano a todos.