En este tiempo tan caluroso, hay unos insectos molestos que están siempre presentes en nuestras casas, en nuestro trabajo, que están esperando cualquier descuido para posarse en la comida, tanto la recién preparada como la desechada.
Se posan en la cara, en los brazos, en las piernas, etc. Se diría que se hacen dueñas de todo lo que les rodea. Siempre están ahí, como si se las llamara, como si fueran un miembro más de la familia.
Se posan en la cara, en los brazos, en las piernas, etc. Se diría que se hacen dueñas de todo lo que les rodea. Siempre están ahí, como si se las llamara, como si fueran un miembro más de la familia.
A ellas, las moscas, Antonio Machado les dedicó este poema:
Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
—que todo es volar—, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
—que todo es volar—, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.
Que asco Candi, mira no pude por menos que exclamar en alto. No me han hecho nada esta criaturitas voladoras, pero cuando las veo en los pueblos encima de las cacas de las vacas a millares, y encima de ellas. no tengo ganas de poesía:) unque esta venga de la mano de un admirado poeta como Machado.
ResponderEliminar¿Habrá alguien a quien les gusten las moscas?
Besos
Katy: Pobrecitos animalitos, a los que nadie quiere.
ResponderEliminarMe pareció algo fuera de lo común y por eso lo traje al blog. Me gustó la poesía y vistas en conjunto no son tan feas...
Besos y feliz verano.
Si que es cierto que las moscas nos incomodan más de lo debido, y en este tiempo de calor están por doquier posándose en todo y quitándonos la tranquilidad. El poema de Machado es original. Ahí se nota el talento, capaz de hacer belleza de algo tan insólito como las moscas... ¿no?
ResponderEliminarGracias por traerlo Candi.
Un abrazo
Maravilloso poema de Machado, aunque sea a unas... ¡asquerosas! moscas...
ResponderEliminarAggg...
Muchísimos besos para ti, Candi.
Para el genial Machado no había tema que tocara que no lo bordara. Hasta las mocas tuvieron su protagonismo. ¡Y de que manera!
ResponderEliminarGracias por mostrarlo, amiga Candi.
Un abrazo,
Luis.
No me gustan nada las moscas, aggg. En verano no te dejan parar y andan por todos lados.
ResponderEliminarEl poema de Machado ¡ qué decir! grande entre los grandes, y me gusta versionado por Serrat.
Candi,haces una entrada preciosa con lo más impensable;)
Besos y besos, preciosa.
PD: Oyes, desde que imprimí lo del sol ¡jo! me sale una imagen en los contadoresssss!!! Ainssss. Fichá me has dejao jajaja.
Es que sin moscas, no hay verano... así que dejadlas molestar, andar por la sandía, picar en la nariz (en lo mejorcito de la siesta)...
ResponderEliminarLas moscas tienen su sitio en los veranos de la vida. (Como las alondras, los vencejos y las cigüeñas). Angelitos...
Un beso
Gracias por recordar al gran Machado. De pequeños nos leían siempre ese poema en el cole.
ResponderEliminarEn el antiguo Egipto había un distintivo militar de valor y merecimiento: era una mosca de oro. Era un gran reconocimiento recibirlo y sólo lo otorgaba el faraón.
(qué rollo ehhh, jajaj)
Un beso !!!
un post muy acertado, Candi
ResponderEliminara mí también me parece maravilloso el poema de Machado porque el objeto del mismo son estos insignificantes insectos que conviven con nosotros y son tan incómodos que no paramos de quitarlos de nuestra vista(pobrecillas,.... en cierto modo se lo merecen)
un abrazo
Ni las moscas ni moscones por pesados ni los mosquitos por "picones"; pero con Machado me quedo siempre.
ResponderEliminarUn beso
A todos los que os habeis acercado a esta entrada, muchas gracias por vuestros comentarios y por vuestro cariño.
ResponderEliminarNo hay cosas buenas ni malas; hay animalitos más simpáticos y otros más repelentes, cada uno tiene su misión.
Un beso para todos.
Precioso canto a las molestas moscas, este poema de Machado. Me ha hecho recordar aquella fábula de las moscas y las arañas.
ResponderEliminarUn abrazo
Te "dejo" otro poema, Candi: "Elegía a un moscardón azul" de Dámaso Alonso :))
ResponderEliminarUn abrazo.
Jesús: Gracias por recordar la fábula. Se van olvidando algunas cosas y viene bien recordarlas. Besos.
ResponderEliminarVerbo: No conocía ese poema y lo acabo de leer, es muy bueno . Gracias por mostrármelo.
Besos
Nunca me pasó en la cabeza que alguién pudiera hacer un poema a unos bichos tan irritantes jaja
ResponderEliminarGracias por compartir
Un beso
Flor
Gracias Flor por venir.
ResponderEliminarEs para mí una alegría sentirte cerca.
Todo puede ser bonito, si alguien lo dignifica.
Um abraço e um beijo
Gracias por compartir a Machado.
ResponderEliminarSiempre es un placer saludarte
Besos