KÖNIGSWINTER - DRACHENFELS

Hace unos 3 años, visité con mi hija este magnífico lugar lleno de historia y desde el que pueden contemplarse una de las vistas más bonitas de Bonn y del Rhin.

Nuestro recorrido fue andando desde la base de la montaña, con una parada para ver el Schloss Drachenburg y al llegar a la cima pudimos contemplar el maravilloso panorama que deja el Rhin en ese lugar y las ruinas del Drachenfels.




Königswinter es una pequeña ciudad utilizada como balneario, y residencia de veraneo (König: Rey; Winter: Invierno) para gente adinerada que pertenece al estado de Renania del Norte - Westfalia, muy cercana a Bonn, situada a los pies de las Siete Colinas (Siebengebirge): Drachenfels, Petersberg, Löwenburg, Ölberg, Wolkenburg, Nonnenstromberg y Lohrberg.

El atractivo turístico de esta ciudad es la Drachenfels (Roca del Dragón), sobre la que se sitúan las ruinas del Castillo del Arzobispo de Colonia, que data del siglo XII. Para subir al pico de la Drachenfels (321m. de altura), además de ir andando, se puede utilizar el tren de cremallera
(Drachenfelsbahn).

El castillo de Drachenburg es una mezcla de estilos, construido en solo dos años durante el
siglo XIX. Los exteriores son bellísimos, y sus terrazas también ofrecen buenas vistas del Rin.
El edificio neogótico es como un sueño romántico. Tiene un pequeño museo y unos agradables
jardines, en medio de la vegetacion magnífica.

El Drachenfelsbahn, ferrocarril de cremallera tiene una parada intermedia en el Schloss Drachenburg. Este funicular es el más antiguo de Alemania (1883). En 125 años ha transportado
a más de 2 millones de visitantes hasta la cresta de un dragón de roca.

Drachenfels o “roca del dragón” conquistó en el 2007 el título de montaña más escalada de Europa. Allí se cuenta, en unos paneles informativos, la leyenda de que una cueva en la montaña albergaba a un dragón que fue muerto por el héroe de la mitología germana Sigurd y que tenía atemorizados a los que iban a la roca.
Se puede comer o llevar comida, contemplar el Rhin desde diversos ángulos y gozar de una jornada llena de vistas extraordinarias.

En las cercanías de Königswinter hay un bosque salvaje, el Museo de la Historia de la Protección
de la Naturaleza y la Nibelungenhalle con pintados ilustrando obras de Richard Wagner.

Historia agitada

Lo que parece un paraíso romántico a orillas del Rin tiene una historia agitada. En 1829, el Drachenfels fue clasificado monumento histórico y puesto bajo protección. Su historia comienza en la época de los romanos que explotaron piedras del Drachenfels y las transportaron desde el pequeño puerto romano de Königswinter.

En la Edad Media la explotación de piedras continuó. Grandes partes de la catedral de Colonia fueron construidas con piedras de las Siete Montañas. Las canteras de Drachenfles la hicieron escenario de batallas constantes.
El Drachenfels formaba parte del Arzobispado de Colonia.
A medida que la supremacía de los arzobispos era disputada por los Condes de la región, los arzobispos decidieron fortificar su posición y mandaron a construir en 1140 un castillo en el Drachenfels.
En la Guerra de los Treinta Años (1618-48) incluso los suecos y después los españoles ocuparon el castillo.
Con el paso del tiempo los daños causados habían llegado a ser tan alarmantes que en 1828, las autoridades prusianas decretaron el cierre de todas las canteras del área.


A unos pocos Kmts está la ciudad de Linz, medieval, con bonitos edificios y enormes balcones llenos de flores.