Capilla Sixtina
Cuatro millones de personas visitan cada año la Capilla Sixtina, más del doble de los turistas que recibía hace 20 años… y el número sigue en aumento. Los 20.000 aficionados que cada día contemplan los frescos de Rafael y Miguel Ángel dejan a su paso un rastro de polvo, cabellos, esporas, humedad y sudor que han empezado a afectar las pinturas renacentistas.
El director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, está ya estudiando posibles medidas y no se descarta potenciar la recreación en 3D de las pinturas para evitar la continua procesión a la que ahora están sometidas las obras de arte.
Cuevas de Altamira
En 1977, tras sesenta años de recibir visitas, se dio la primera voz de alarma. La afluncia de turistas ponía en grave peligro la estabilidad medioambiental de la cueva. Cerrada durante cinco años, vuelve a reabrirse en 1982, pero limitando la entrada a un máximo de 40 personas diarias. En 2001 se abre el Museo Altamira y poco después, en 2002, la cueva vuelve a echar el cerrojo. A principios de 2010 se anunció de nuevo la apertura con restricciones, pero un demoledor informe del CSIC paralizó cualquier iniciativa en este sentido.
Pirámides de Egipto
No es raro ver basura y excrementos en los alrededores de la Gran Pirámide, la única de las siete maravillas del mundo antiguo que se conserva. Al efecto corrosivo de la arena, del clima y de la depredación del turista de a pie, se unen las vibraciones de los autocares y vehículos privados que pueden importantes daños en la estructura.
Ciudad de los dioses en Teotihuacán
Esta zona arqueológica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987 tiene la desgracia de ser lugar de encuentro para la celebración del equinocio de primavera. Cada 21 de marzo se enfrenta a una afluencia cercana a las 500.000. Construida hace 1.600 años, sus estructuras apenas son capaces para soportar 300 personas/hora y no los más de 21.000 que puede llegar a recibir, según diferentes estudios.
La gran barrera de coral
El crecimiento de la gran barrera de coral de Australia, descendió 14% durante los últimos 19 años, su nivel más bajo en cuatro siglos. Este fenómeno sería originado por el calentamiento del agua de los mares y el aumento de la acidez por el incremento de dióxido de carbono en la atmósfera.
La selva amazónica
Las causas del deterioro son:
1. La extensión de la agricultura de tala y quema, debido a las presiones demográficas y mercantiles.
2. El consumo extractivo para conseguir madera, papel o leña para la exportación.
3. Las estrategias políticas y militares.
Ha sido víctimas de contiendas bélicas, pillaje, incendios… pero nada tan agresivo como el impacto turístico al que se ve sometido este monumento construido en el año 447 a.C. La acrópolis ateniense no sufre sólo la erosión de los cinco millones de personas que cada año caminan sobre ella, sino también los daños que producen las meriendas sobre las piedras, el robo de pequeños fragmentos, etc. Como en otra monumentos, las autoridades griegas pretenden reducir la afluencia de personas potenciando la visita virtual.
Tomado de la revista Quo.
Es que nunca se había producido tal demanda turistico-cultural. Yo le veo difícil solución. Supongamos que se considera necesario el cierre total definitivo para para conservar estos monumentos y se logra. Conseguiríamos que nadie los viera jamás. Entonces ¿qué sentido tiene conservarlos para que nunca puedan ser contemplados? Difícil papeleta.
ResponderEliminar¿Cómo somos tan imbéciles de cargarnos tantas maracillas?
ResponderEliminarEsta sociedad que vive tan deprisa, que lo mira todo, lo viaja todo, lo ensucia todo...¿Cómo podremos ser civilizados y contemplar sin dañar?
Difícil tarea. No sé la solución
Besos
Yo creo Candi que realmente debería prohibirse la afluencia masiva a estos lugares. El último lugar que visité fue la Capilla Sixtina y casi estábamos como sardinas en lata. Uno de los guardias gritando silencio. De pena. Todo esto se podía evitar dejando pasar la mitad de la gente.
ResponderEliminarSi es que parecemos termitas.
Un beso
Il est certainement très difficile de conserver ces merveilles en l'état, pendant des siècles et des siècles. Comment aller les admirer sans risquer de les dégrader? That is the question.
ResponderEliminarReste peut-être la possibilité de les découvrir par internet? Mais c'est beaucoup moins enthousiasmant.
Bonne idée toutefois d'en parler. Ça nous oblige à réfléchir à la question. Bises
Me siento afortunado de conocer varias de esas maravillas. Como apuntais no es fácil su protección del deterioro por el contacto con tantos humanos, pero...En Altamira han encontrado una solución con la réplica de la cueva original...Lo de las sardinas en lata de la Capilla Sixtina es demencial.
ResponderEliminarUn abrazo
Es muy lamentable que se pierda una sola de las obras de la que hablas, pero también tenemos que entender que no hay nada imperecedero. La copia, la reproducción, etc. sólo sirven para acercarnos a la obra, pero es otra cosa, no la obra en sí misma.
ResponderEliminarEra un muchacho cuando pude contemplar Altamira, dibujos que ya había visto en los libros, pero fue la presencia, la temperatura y humedad del lugar, la presencia, la que me marcaron y me hicieron imaginar sus viejos moradores.
No queda más remedio que poner límites, pero...
Ahí la duda... queremos conocer y debemos respetar. Tal vez en el equilibrio esté la virtud como siempre.
ResponderEliminarme pasa como a Francisco Espada, de cría vi Altamira y para mi es un recuerdo imborrable.
Un beso.
Qué pena da ver cómo no cuidamos adecuadamente las cosas más bonitas.
ResponderEliminarEs tremendo pensar que el aprecio que tenemos por esos sitios pueda hacer que se estropeen precisamente por querer ir a conocerlos y admirarlos.
Muy triste que este ocurriendo esto Candi, pero la verdad es que es de difícil solución. Porque si para conservarlas tendríamos que privarnos de verlas... no sé yo. Naturalmente la gente tendríamos que ser algo más respetuosos de esas reliquias, y ponernos algunos límites.
ResponderEliminarGracias como siempre por tus interesantes entradas Candi.
Te dejo un abrazo muy grande
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarLa verdad es que es muy difícil contemplar las maravillas, tanto si son naturales como realizadas por el hombre, sin que el deterioro producido por la masificación haga mella.
Las copias, a veces ayudan, pero no son lo mismo.
Dificil solución.
Besos para todos.
Es una pena pero que se va hacer? La gente tiene que poder visitar todos los bellisimos lugares. Hay que pagar a los restauradores. Lo que pasa es que los gobiernos cada vez más dan menos dinero para que puedan tener los cuidados necesários.
ResponderEliminarUn beso
Flor
Flor: Estamos en crisis y esto tambien afectará, pero no hay más remedio que cuidarlos.
ResponderEliminarBeijos
Es una lastima ver como las cosas mas preciosas del mundo van desapareciendo, la verdad las personas deberian hacer conciencia.
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