TULIPANES: MUSEOS, LEYENDAS E HISTORIAS

Leyenda

Un joven persa llamado Farhad, príncipe según algunos, estaba profundamente enamorado de la doncella Shirin.

Un día, le llegaron noticias de que su amada había sido asesinada (luego resultó que no era más que un rumor), totalmente destrozado y desolado, montó su caballo y galopó hasta un acantilado desde donde se lanzó para morir. De sus numerosas heridas y gotas de sangre en el suelo brotó un tulipán, como símbolo de su amor perfecto. Por ello entre los persas, el tulipán es una ofrenda que un joven hace a su amada. Al ofrecerle un tulipán, le dice: "así como es de roja esta flor arde el fuego del amor dentro de mí", por lo que el tulipán rojo se considera el símbolo por excelencia del amor apasionado.

Es por esto que poco después de la Segunda Guerra Mundial, los holandeses enviaron cientos de miles de tulipanes a Ottawa, la capital de Canadá. Este gesto fue una forma de manifestar su agradecimiento, no sólo a los soldados canadienses por haber liberado a Holanda de la ocupación alemana, sino también al gobierno de Canadá, por haber permitido que la Reina María residiera en Ottawa durante el tiempo de la conflagración.

Historia

En el año 1554, el embajador austriaco, Busbecq quiso saber el nombre de una flor desconocida que le había dejado asombrado. Un señor llevaba esta flor sobre su turbante. Preguntó al traductor "¿Cómo se llama esto?" y el traductor pensando que le preguntaba por el turbante, le respondió "tülbent". Así, fue nombrado el tulipán en Europa.

El origen del tulipán proviene de Asia Menor. Los turcos se encontraron con él en Anatolia y en la época otomana empezaron a adornar los jardines de Estambul.
La perla azul, la luz del amanecer, la gota de rubíes, así se llamaban las especies de los tulipanes. Mehmet Lalezar, cultivador oficial de palacio había contado 1323 variedades.

La "relación" entre Holanda y los tulipanes empezó en 1593, cuando el botánico Carolus Clusius trasladó tulipanes desde Estambul a la Universidad de Leiden, en Holanda, para realizar investigaciones médicas. Era un hombre bastante avaro y nunca quiso compartirlos con nadie, hasta que una noche un grupo de personas entró a la fuerza en su jardín y robó varios bulbos. A partir del año 1634 se convirtió en una especie de locura llamada tulipomanía, que dio lugar a una especulación disparatada de plantas, por las que se pagaban precios muy altos. Como muchas personas ya se habían arruinado, el gobierno decidió poner fin a la situación regulando el comercio de tulipanes.

En 1636, una tonelada de queso costaba 120 florines, y en una transacción entre dos comerciantes uno de ellos pagó 2500 por un tulipán; es decir, más de lo que había pagado por 20 toneladas de queso.
Los bulbos de tulipán desde hace 350 años forma una parte importante de las exportaciones de los Países Bajos.
Cada año se producen alrededor de tres mil millones de bulbos de tulipán en Holanda, de los cuales se exportan unos dos mil millones.

Museo del Tulipán

El Museo de los Tulipanes de Amsterdam, también conocido como Amsterdam Tulip Museum está localizado en el barrio de Jordan, junto al canal de Prisengracht y a pocos metros del famoso Museo Casa de Ana Frank y de la Iglesia WesterKerk, en pleno centro de la capital holandesa.
En este museo, fundado durante 2004, se puede descubrir la historia de una de las flores más bellas del mundo.
En su interior hay varias exposiciones relacionadas con los tulipanes, entre las cuales se incluye un interesante vídeo interactivo sobre el bulbo del tulipán y la evolución de su plantación desde sus antiguos orígenes hasta el siglo XXI.
El Museo de los Tulipanes cuenta con una interesante tienda en donde se pueden adquirir regalos, bulbos para realizar plantaciones, libros sobre cómo han de cultivarse y los cuidados que requieren, artículos artesanales, objetos y libros sobre la historia de los tulipanes.

Datos de interés:
Dirección: Prisengracht 112, Amsterdam.
Horario: El museo abre a diario de 10:00 a 18:00.

Museo del Tulipan Negro

Este curioso museo se encuentra la ciudad de Lisse, en el oeste de Holanda, a unos 30 kilómetros de Amsterdam.
Se puede conocer detalladamente los orígenes, el cultivo y la producción del tulipán a lo largo de los años.

El recorrido es mejor realizarlo mediante visita guiada. Además, es posible contemplar el florecer de las bulbas a través de imágenes, fotos y vídeos.
Este centro abrió sus puertas en 1980 en un antiguo edificio municipal, que estaba vacío, y desde
entonces, se fueron recolectando especies de tulipanes de toda la región. Cuenta también con una tienda, donde se vende todo lo relacionado con el tulipan.
En Lisse, también se puede contemplar el Keukenhof o “el jardín de Europa”, que es uno de los más grandes del mundo y donde se plantan 7 millones de ejemplares al año.