Hoy, 5 de junio se celebra desde 1973, el Día Mundial del Ambiente que fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas.
Como muestra de que algo se puede hacer, coloco aquí esta ciudad, para que conozcamos una buena iniciativa y cunda el ejemplo.
El barrio de Vauban, a las afueras de Friburgo, en Alemania, es uno de los más famosos ejemplos
de “distrito sostenible” a nivel mundial. El proyecto, un vecindario libre de automóviles, el cual se inició en la década de los 90 y cuya construcción finalizó en 2006, fue diseñado para 5.500 habitantes.
La historia de este lugar, que nació en 1937 con unos barracones para la Wehrmacht de Adolf Hitler, es muy curiosa: al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el ejército francés confiscó el lugar y le dio el nombre de Quartier Vauban; tras la reunificación alemana, los franceses se retiraron y el distrito pasó a manos de la ciudad de Friburgo en 1994.
Poco después, un grupo de ecologistas, en su mayoría de clase media, creó el Forum Vauban y empezó a negociar con el ayuntamiento. El resultado fue una comisión destinada a diseñar casas sostenibles. Se contrató a 60 arquitectos para llevar a cabo la reconstrucción del emplazamiento.
Aunque se permite la tenencia por parte de los residentes, todos los coches deben estacionarse en dos estacionamientos ubicados a las afueras del vecindario. Para el transporte al centro de la ciudad de Friburgo se construyó una línea de tranvía y rutas para bicicletas.
Las casas del lugar fueron rehabilitadas con criterios de ahorro energético y varias de ellas alcanzan un impacto medioambiental igual a cero. La energía generada proviene de los numerosos paneles fotovoltaicos y colectores solares instalados y en invierno las calefacciones se nutren a través de una central que quema residuos forestales.
Otro aspecto interesante de esta colonia es que sus habitantes conforman un entramado social
que comprende todas las edades y niveles de ingresos debido a un sistema cooperativo que incluye viviendas subsidiadas, residencias estudiantiles y desarrollos privados. Cabe destacar que para lograr un mayor uso del espacio urbano no se permiten las viviendas unifamiliares.
La fama de Vauban es cada vez mayor. En la entrada se encuentran con el eslogan:
“Estamos creando el mundo que queremos”.
Al margen de los beneficios ambientales y la cohesión social que propone este proyecto, es importante destacar las oportunidades de negocio y el desarrollo económico local que implica el esquema mediante el cual se fomenta una cultura de emprendedores de todo tipo: productores locales de hortalizas, pequeños supermercados, centros de ocio y entretenimiento, prestadores de servicios, bancos, cafeterías, restaurantes, etc. Todos ellos con un flujo de clientes garantizado.
El beneficio más grande de este experimento es para los habitantes de Vauban, quienes gozan de una mayor calidad de vida sin tener que renunciar a las comodidades a las que estamos acostumbrados.
Los residentes coinciden en que se trata de un lugar seguro, ideal para niños, tranquilo y saludable.
De hecho, la zona rompe también con la fama de Alemania de tener una de las tasas de natalidad más bajas del mundo: casi un 30 % de sus habitantes son menores de 18 años.
Como muestra de que algo se puede hacer, coloco aquí esta ciudad, para que conozcamos una buena iniciativa y cunda el ejemplo.
El barrio de Vauban, a las afueras de Friburgo, en Alemania, es uno de los más famosos ejemplos
de “distrito sostenible” a nivel mundial. El proyecto, un vecindario libre de automóviles, el cual se inició en la década de los 90 y cuya construcción finalizó en 2006, fue diseñado para 5.500 habitantes.
La historia de este lugar, que nació en 1937 con unos barracones para la Wehrmacht de Adolf Hitler, es muy curiosa: al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el ejército francés confiscó el lugar y le dio el nombre de Quartier Vauban; tras la reunificación alemana, los franceses se retiraron y el distrito pasó a manos de la ciudad de Friburgo en 1994.
Poco después, un grupo de ecologistas, en su mayoría de clase media, creó el Forum Vauban y empezó a negociar con el ayuntamiento. El resultado fue una comisión destinada a diseñar casas sostenibles. Se contrató a 60 arquitectos para llevar a cabo la reconstrucción del emplazamiento.
Aunque se permite la tenencia por parte de los residentes, todos los coches deben estacionarse en dos estacionamientos ubicados a las afueras del vecindario. Para el transporte al centro de la ciudad de Friburgo se construyó una línea de tranvía y rutas para bicicletas.
Las casas del lugar fueron rehabilitadas con criterios de ahorro energético y varias de ellas alcanzan un impacto medioambiental igual a cero. La energía generada proviene de los numerosos paneles fotovoltaicos y colectores solares instalados y en invierno las calefacciones se nutren a través de una central que quema residuos forestales.
Otro aspecto interesante de esta colonia es que sus habitantes conforman un entramado social
que comprende todas las edades y niveles de ingresos debido a un sistema cooperativo que incluye viviendas subsidiadas, residencias estudiantiles y desarrollos privados. Cabe destacar que para lograr un mayor uso del espacio urbano no se permiten las viviendas unifamiliares.
La fama de Vauban es cada vez mayor. En la entrada se encuentran con el eslogan:
“Estamos creando el mundo que queremos”.
Al margen de los beneficios ambientales y la cohesión social que propone este proyecto, es importante destacar las oportunidades de negocio y el desarrollo económico local que implica el esquema mediante el cual se fomenta una cultura de emprendedores de todo tipo: productores locales de hortalizas, pequeños supermercados, centros de ocio y entretenimiento, prestadores de servicios, bancos, cafeterías, restaurantes, etc. Todos ellos con un flujo de clientes garantizado.
El beneficio más grande de este experimento es para los habitantes de Vauban, quienes gozan de una mayor calidad de vida sin tener que renunciar a las comodidades a las que estamos acostumbrados.
Los residentes coinciden en que se trata de un lugar seguro, ideal para niños, tranquilo y saludable.
De hecho, la zona rompe también con la fama de Alemania de tener una de las tasas de natalidad más bajas del mundo: casi un 30 % de sus habitantes son menores de 18 años.
Ver esos niños jugando tranquilamente en la calle es una estampa que valora mucho la imagen de este paraíso urbano. Que cunda el ejemplo y se expanda para que nuestras vidas sean más saludables y reconfortantes.
ResponderEliminarMagnífico post, amiga Candy, para conmemorar el Día Mundial del Ambiente.
Un abrazo.
Luis.
Los alemanes , en esto de la ecología, nos dan mil vueltas. Me parece estupenda esa iniciativa. Deberían tomar ejemplo los demás paises.
ResponderEliminarBesitos
Hola Candi, quien pudiera tener aquí un distrito así, seguro que tendría buena acogida. Sin preocuparte de que te atropelle un coche, sin contaminacion. No me extraña que gocen de una mayor calidad de vida, entre otras cosas porque están libres de sobresaltos. Una buena iniciativa sin duda llevada a buen puerto.
ResponderEliminarMe encanta que hayas traído esta buen noticia ecológica para compartir.
Besos
Ays Candi cuanto nos queda por aprender!!.
ResponderEliminarLos alemanes siempre nos llevan ventaja, supieron aprender del gran error de su historia y levantar, eso si con ayuda una nueva nación, a partir d ese momento casi unicos en cuanto a tecnologia, innovacion, etc
Espero que nuestro gobierno se de cuenta de que tenemos que conservar el medio ambiente y sacar mayor rendimiento d lo que la naturaleza nos brinda sin deteriorar el planeta
Estupenda entrada
Un besito y feliz fin de semana
Si que deberiamos tomar ejemplo de los habitantes de Vauban.
ResponderEliminar¿Que mundo estamos creando?.
Interesantes entradas Candi.
Un beso
noche
Luis: Esos niños, como dices, jugando en la calle son imágenes impensables en nuestra ciudades de ahora. Me remontan a mi lejana y feliz niñez.
ResponderEliminarUn beso.
Esme: He comprobado el respeto que los alemanes tienen por el medioambiente, las normas de convivencia y el reciclaje. Imitable, por supuesto.
Besitos.
Katy: Esa manera de vivir es lo que más deseamos algunas personas, pero parece que a los grandes del dinero no les convence.
Gracias por tu cariño.
Besos.
Capri: Hay bastantes cosas que podemos imitar de algunos alemanes: el esfuerzo de los unos y los contrarios, que uniendo sus fuerzas sacan adelante a su país... im-pen-sa-ble por ahora en España.
ResponderEliminarBesos.
Nocheinfinita: Tomar ejemplo... tiene demasiadas letras y pocas ganas de hacerlo.
Mucho nos gustaria tener ciudades más habitables.
Un beso.
¡Cuánto me gustaría poder tener algo así donde vivir!
ResponderEliminarUn lugar donde los coches se queden a las afuras y los niños puedan jugar tranquilos en la calle, casi parece un sueño por lo menos para nosotros.
Besos y besos.
Que tranquila esta la carretera, me has hecho recordar mi niñez, cuando jugabamos sin tanto coche, un placer leerte.
ResponderEliminarfeliz semana.
Lucía: Estamos de acuerdo en tener un apartamentito y conservar un estilo de vida moderno, sí, pero ecológico y libre de todos los malos humos.
ResponderEliminarUn beso.
Ricardo: Claro que recuerda una niñez, tranquila, sin sobresaltos y segura.
Una bonita estampa.
Feliz semana. Besos
¡Qué bonita iniciativa!... Si todos la siguiésemos, ¿verdad?.
ResponderEliminarHermosa entranda, Candi...
Besos.
Mar: Hay iniciativas muy buenas como ésta, pero son tan poco consideradas... Muchas no cuajan porque hay grandes fortunas e intereses que las frenan.
ResponderEliminarBesitos
Hola mamá:
ResponderEliminarMe acabas de descubrir algo que no conocía para nada. La verdad es que sería genial poder vivir en un sitio así.
@Capri tiene razón al decir que los alemanes han aprendido de su historia. Es una pena que Espana no sea capaz de aprender de la suya. Los rencores son tan grandes que el país es en lo último que se piensa. En fin, no nos pongamos políticos, sino ecológicos.
Aceptarán turistas en Vauban?
Rebeca: Según me he informado parece que tienen muchos seguidores de fuera y van autocares desde Friburgo; pero claro, tienen que estacionarse fuera de la ciudad.
ResponderEliminarEs interesante, como ves, y una buena iniciativa de cara al futuro.
Gracias por venir
Besitos
Fenomenal iniciativa Candi y una muestra más de que si queremos podemos. Sólo hay que proponerselo y actuar, pero sobre todo es importantísimo la participación de todos. Mirar en la misma dirección es fundamental para la consecusión de objetivos comunes. Cuando cada uno sólo mira para sus propios intereses y tira piedras al tejado del otro, entonces no se puede avanzar.
ResponderEliminarGracias por difundir tan innovadora e interesante iniciativa.
Un abrazo muy grande Candi
Belkis: Tienes mucha razón. Eso se pudo hacer por la participación de los vecinos y el entusiasmo de los gobernantes.
ResponderEliminarLo que se propone, si es para bien de todos, no falla.
A ver si aprendemos aquí.
Besitos
Bonito ejemplo el de Vauban. Mas o menos como nuestras ciudades...Casi un paraíso donde no parece que exista la especulación inmobiliaria, los pelotazos urbanísticos, antenas, paneles solares, molinos eólicos, tala indicriminada...etc. etc.
ResponderEliminarComo siempre bien elaborado.
Un abrazo
Gracias Jesús por tu comentario.
ResponderEliminarParece que los especuladores no tienen mucho margen allí.
Esperemos que sigan conservando esa zona libre de toda contaminación y aprovechando los recursos naturales y menos contaminantes.
Un besito