jueves, 1 de diciembre de 2011

12 HORAS EN LA FRONTERA HISPANO-LUSA

Las vacaciones están a punto de finalizar y aún queda un viaje bien programado y muy deseado. Amaneció soleado un hermoso día de finales de septiembre. Madrugamos, y a las 10 ya estábamos en el primer mirador de la Hinojosa de Duero, desde donde se divisa la desembocadura del Huebra y el poblado de Iberduero, hoy Aldeaduero.

Llegamos al Salto de Saucelle, frontera con Portugal y desde allí continuamos por la carretera en direccción a Barca d'Alba, por un itinerario lleno de belleza natural.
El Douro camina entre grandes bancales de almendros, olivos, viñedos, naranjos, limoneros, chumberas... encajonado entre montañas y árboles centenarios, junto a una carretera, ahora bien asfaltada, pero llena de grandes e interminables curvas.
Cada pocos Kmtos paramos para contemplar la belleza del entorno, el canto de las aves y el silencio de la mañana.

Al llegar a Barca d´Alba, pudimos contemplar la desembocadura del Águeda en el Douro, donde está el muelle español de Vega Terrón, que junto al muelle hermano de Barca d'Alba, a pocos metros, es el lugar donde recalan los cruceros que recorriendo el Douro, llegan y parten hacia Porto.

Tras una corta estancia para visitar el pueblo y ver los barcos, salimos camino de Figueira de Castelo Rodrigo.

Por la serpenteante carretera, otra vez subiendo, y desde otro de los grandes miradores, avistamos los 20 túneles y 7 puentes-viaductos sobre el Águeda al otro lado de la frontera, un camino de hierro de la locomotora que fue traqueteando ( hasta los años 80 ) desde la Fuente de San Esteban hasta Barca d'Alba, ahora en espera de ser restaurado como "Vía Verde".

Desde el Alto da Sapinha, pudimos ver todo el valle y entre grandes plantaciones de olivos y viñedos llegamos a Figueira de Castelo Rodrigo.

Situada en la falda septentrional de la sierra de Marofa, Figueira de Castelo Rodrigo substituyó al viejo burgo de Castelo Rodrigo, en el año 1.836, como cabeza de partido, cuando el pueblo se trasladó desde lo alto del monte a la llanura; ahora tiene cerca de 2.300 habitantes. Lo más notable es la iglesia barroca, cuyo coro se apoya en una ingeniosa cadena de piedras con forma de ese, de manera que cada pieza encaja y traba la siguiente.

Desde aquí continuamos la visita al convento-monasterio de Santa María de Aguiar, que dista de Figueira unos 3 km y constituye un bello ejemplo de arquitectura gótica. Perteneció a los Cistercienses.
Además de la bella iglesia, decorada por un altar mayor barroco, de 1636, que exhibe imágenes de S. Benito y de S. Bernardo, se conservan el ala de los monjes, con la sacristía y la sala del Cabildo, el Refectorio y el edificio de la hospedería, hoy renovado y muy atractivo.

Como aún era pronto para comer, tomamos el camino hacia la sierra de Marofa, el punto más alto de Portugal, cerca de 1000 mts sobre el nivel del mar. Desde allí se contempla un inmenso y bonito paisaje y las poblaciones de Castelo Rodrigo, Figueira de Castelo Rodrigo, Mata de Lobos, Almofala, el embalse de Santa María de Aguiar, el Valle del Águeda y parte del paisaje español. Junto a las grandes antenas, preside toda la sierra la gran estatua del Sagrado Corazón con los brazos extendidos como si quisiera abrazar a los dos paises.



Bajamos con apetito y nos dirigimos a comer a Figueira de Castelo Rodrigo, a un restaurante llamado Falçao de Mendoza, donde nos sirvieron unas morcillitas con piña natural a la plancha, el plato típico: una cataplana de pescado y marisco y como postre una riquísima tarta de nueces, todo ello regado con un buen vino portugués.

De allí y tras comprar unas buenas colas de bacalao, pusimos rumbo a Castelo Rodrigo a la Casa de Chá, en cuya terraza, en unos cómodos asientos, descansamos y nos fueron servidos ricos cafés y tés que nos dieron fuerza para continuar el recorrido de la villa.

Encaramada en un cerro, Castelo Rodrigo, es una preciosa aldea rehabilitada, que mantiene el laberinto de su trazado medieval. Cuando se camina por la villa, el silencio habita las callejas centenarias protegidas por la cerca que mandó construir en 1296el rey D. Dinis.


El blasón de la villa tiene las armas reales invertidas, en castigo por tomar partido por Beatriz de Castilla frente al rey don Joao I.
En la cima que ocupó el castillo se yergue la ruina del palacio renacentista de don Cristóbal de Moura. Lo quemaron en 1640 los vecinos que acusaban al conde de simpatía hacia los españoles.

En el centro del pueblo, la iglesia románica sobrevive y se ve, en palabras de Saramago, «baja, agazapada como una cripta y como ella misteriosa». A su lado se yergue la picota que remata una jaula manuelina ( se ve al fondo de la imagen). La calle de la Sinagoga bordea el palacio, mientras que la de la Cárcel ofrece una llamativa secuencia de ventanas manuelinas.


Después de este recorrido nos pusimos en camino hacia Almeida.

Es una “vila” fortificada, fundada en el año 1296 y está clasificada como aldea histórica. Vista desde el aire parece una estrella de doce puntas. Tiene una plaza construida entre los siglos XVII y XVIII, alrededor de un castillo medieval.
Es uno de los mejores ejemplares de fortificación abaluartada en Portugal, y esto lo demuestran sus murallas, que están rodeadas por un foso; las puertas falsas y las casamatas subterráneas podían albergar a toda la población si fuera preciso.
Un cafelito en la Pousada das Neves reconforta y anima la tarde.

Tras recorrer la villa tomamos regreso a España a través de las villas de Aldea del Obispo (donde hay una gran fortificación en ruinas) y Villar de la Yegua, hasta llegar a la Estación Rupestre de Siega Verde.

Fue una sorpresa poder visitar el aula de la naturaleza y los grabados rupestres, ya que estaba poniéndose el sol y a punto de cerrar la instalación; no obstante aún pudimos ver los 5 paneles que muestran en la actualidad. Hay unos 70 grabados junto al Águeda que no presentan al público para preservarlos del deterioro.

La jornada finalizó en la villa de Cerralbo, mi pueblo, donde contemplamos las ruinas del castillo que perteneció al marqués del mismo nombre.

Un día muy bien aprovechado.

Agradezco a mis amigos Paloma y Miguel su agradabilísima compañía y las bonitas fotos que muestro.

16 comentarios:

  1. Ya lo creo que le cundió a usted el día. Muy bien aprovechado, desde luego. Un paseo precioso, como bien ilustran las imágenes. Las de Castelo Rodrigo me tienen fascinada.

    Feliz tarde

    Bisous

    ResponderEliminar
  2. Espléndido reportaje, muy bien documentado con imágenes. Conozco un poco de Portugal por el sur, Lisboa, Fátima y el norte, pero no esta zona. Como comprenderás te quedo muy agradecido.

    ResponderEliminar
  3. La gente que conozco y que ha visitado Portugal, siempre me habla maravillas de sus viajes y me anima a visitarlo.
    Sólo conozco Valenca do Miño.

    Este reportaje fotográfico y de palabras me ha encantado y te agradezco que nos regales este preciosa entrada.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  4. Qué maravilloso recorrido!
    Muchas graciassss
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  5. Un viale maravilloso. Me ha encantado ir de tu mano. Estuve hace 2 años en Aldeaduero 10 días. Y pasamos a Portugal Freixo de Espada à Cinta
    porque es fronterizo a diario. Degustamos todo el bacalao que quisimos. Excelente. Me has puesto los dientes largos viéndote en manga corta:)
    Visitaos todo el Arribes.
    Gratos recuerdos me llevo de esta vista a tu blog.
    Bss

    ResponderEliminar
  6. Una bonita excursión y un extraordinario reportaje el que has logrado. No conozco esa parte de Portugal y me parece muy, muy interesante. Gracias por tu información tan documentada. Un saludo

    ResponderEliminar
  7. Un viaje inolvidable, no conocía esa ruta, me ha gustado, gracias por compartir.
    feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  8. Madame: Tiene razón, Castelo Rodrigo es una de las aldeas más típicas, bonitas y emblemáticas de Portugal, es pequeña, pero está en una situación privilegiada, en lo alto de la montaña.
    Como le gusta a usted tiene mucha historia.
    Bisous.

    Francisco: Es normal que no conozca esta zona porque está más al noreste y usted está en el sur, pero si tiene ocasión no deje de visitarla.
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Trinireina: Portugal es bonito todo él y en cada zona se encuentran maravillas paisajísticas y monumentales. Visítela en cuanto pueda; no le defraudará.

    Beatriz: Muchas gracias por visitarme.
    Es un precioso recorrido mitad provincia de Salamanca, mitad Portugal en su frontera. Hay muchas fortificaciones fruto de los enfrentamientos entre los dos paises, de los que quedan ruinas y señales.
    Besos.

    ResponderEliminar
  10. Katy: Como sabes es un recorrido contrario al que tú realizaste; ambos merecen la pena y yo que he hecho muchas veces estos recorridos los repito en cuanto tengo ocasión.
    No hablemos del bacalao que babeamos.
    Besos.

    Felipe: Pues manos a la obra, la próxima excursión por las arribes del Duero-Douro y a disfrutar de la belleza de su entorno.
    Besos.

    ResponderEliminar
  11. Ricardo: Tenemos en la península tantos sitios bonitos que necesitamos tiempo para recorrerlos.
    Hay que sacar tiempo para visitarla.
    Un beso

    ResponderEliminar
  12. Candi, siempre es de agradecer un paseíto por esos parajes tan entrañables: naturaleza en estado puro, alianza entre el Duero, las viñas, los olivos, el cielo reflejado...
    Es una maravilla volver a recordar
    Besos

    ResponderEliminar
  13. Esme: Hemos recorrido, juntas y con nuestros amigos poetas, parte de esos parajes, y siempre es un gusto volver, para seguir contemplando esos lugares llenos de naturaleza, de vida, de luz y de belleza.
    Besos grandes.

    ResponderEliminar
  14. Tan cerca y tan desconocidas estas tierras mitad españolas mitad portuguesas...
    se pueden hacer excursiones en una naturaleza única, casi virgen, a pie, en burro, a caballo, en BTT, y hasta en barco. Impregnarse de cultura en sus muchos pequeños pueblos, degustar un sin fin de productos típicos y de calidad, disfrutar y compartir con gentes muy sencillas y siempre dispuestas a ayudar ...
    Necesitamos divulgación para que os animeis a visitarnos... Candi es nuestra gran embajadora. ¡Menudo reportaje! Un abrazo

    ResponderEliminar
  15. Jesús: Tú conoces muy bien todas esas bonitas tierras. Algunos rincones son tan interesantes que los visitamos un montón de veces y nunca nos cansamos.
    A ver si hay muchas personas que puedan disfrutar de estos extraordinarios parajes.
    Besos

    ResponderEliminar
  16. Bellisimo paseo Candi. Fue en Aldeia do Bispo que yo estuve. Me acuerdo del nombre de Fuentes de Oñoro ya en España.
    Cataplana de pescado y marisco la hago algunas veces en mi casa. Se ve mucho en Algarve. Que lindo que es Almeida. Es uno de mis apellidos.
    Las fotos todas muy buenas.

    Buenisimo post sobre mi país!! Gracias.

    Besitos
    Flor

    ResponderEliminar